Compartiendo de mamá a mamá
Yo también soy mamá de un bebé prematuro y quiero decirte que…
¡Te entiendo!
Te entiendo porque yo también he sido esa mamá de un bebé prematuro. Hace unos años era yo la que acababa de tener un parto prematuro inesperado. Sentí un mar de emociones por no poder ser yo la primera en acoger a mi bebé en mi pecho nada más nacer.
Durante el embarazo me imaginaba cómo sería ese momento tan importante en la vida del bebé (y de su madre). Soñaba con que serían mis ojos y mi voz lo primero que sentiría ese bebé al llegar al mundo. Fantaseaba con la sensación de tenerlo pegadito piel con piel y con ese primer agarre al pecho. ¡Qué sensación más poderosa la de alimentar a tu bebé!
Y, sin embargo, no pudo ser. No pude tener esa experiencia soñada de parto pero sé que todo pasa por algo. Hoy echando la vista atrás me siento orgullosa de cómo llevé todo este proceso.
Cuando se llevaron a Pedro, mi bebé de apenas 31 semanas, a la UCI de neonatología sentí cómo las emociones me desbordaban. Parte de mí sentía dolor y cierta sensación de pérdida al no haber podido abrazarlo. De hecho apenas si pude verlo… Pero mi instinto materno ya estaba activado y sabía que en ese momento era vital que tuviera todo el apoyo médico necesario para salir adelante.

La primera vez que pude ver a mi Pequeño Gran Héroe fue un momento que me marcó para siempre.
Sabía que iba a ser doloroso y tenía cierta resistencia. Me preparé mentalmente para verle respirar a través de un tubo y para verle conectado a varios cables y vías… Reuní esa fuerza y ese coraje que todas la madres tenemos dentro y fui a conocer a mi hijo.
No mentiré. No os voy a decir que fue fácil. De hecho yo eché en falta mucho apoyo en esos primeros meses del proceso. En las primeras semanas sentí cómo si me adentrara en un nuevo mundo. Fue una especie de “travesía del desierto” que os cuento en mayor detalle en este artículo del blog.
Por supuesto las enfermeras de la UCIN hicieron una labor de valor incalculable y les estaré eternamente agradecida. Pero insisto en que se podría hacer mucho más a la hora de acompañar a esas madres de bebés prematuros que están atravesando un postparto de lo más complicado.
Y con esa motivación empecé mi emprendimiento. Pensé…

¿Qué me habría gustado tener a mí en mi proceso como mamá de un bebé prematuro?
¿Qué me habría gustado tener a mí en mi proceso como mamá de un bebé prematuro?

Lo primero que se me vino a la mente fue apoyar a otras familias en el aspecto más práctico. Mi primer empeño fue facilitar toda la información referente a las ayudas y prestaciones económicas.
Yo me enteré de la existencia de estas ayudas gracias a una mamá anónima con la que un día me crucé en la sala de lactancia del Corte Inglés. Fue uno de esos regalos de la vida en forma de coincidencia. Aquí te cuento más sobre esa historia…
Pero no me quiero desviar porque me apetece mucho contarte lo que a mí me faltó en mi proceso como mamá de un bebé prematuro. Para que entiendas el porqué de mi motivación en este proyecto, en mi emprendimiento como líder de “Pequeños Grandes Héroes”.
Por un lado me gustaría poder facilitarte ese apoyo moral y logístico para conseguir las ayudas que os puedan corresponder. Porque cuando tienes el plano económico y laboral cubierto puedes enfocarte en lo que realmente importa…En cuidarte a ti y a tu bebé.
Además me habría gustado sentirme más acompañada en mi mes y medio en la UCIN. En mi caso no coincidí con apenas ninguna otra madre en la misma situación que yo. Algunas llegaron pero tuvieron suerte y al poco tiempo pudieron irse.
Cuando tu bebé es prematuro extremo los días en la UCI se empiezan a hacer pesados y yo eché en falta el poder charlar con otra persona que estuviera pasando por la misma situación que yo. Por eso creé la “Tribu Pequeños Grandes Héroes”, mi comunidad virtual gratuita.
Finalmente, la última etapa en la que sentí cierta inseguridad ante lo desconocido fue cuando nos dieron el alta y nos fuimos a casa.
Tengo confianza en mis capacidades. Después de todo soy madre de dos y ya tenía experiencia al haber criado a una preciosa niñita antes. Y aun así no pude evitar sentir vértigo ante el manejo y el cuidado de un bebé tan pequeñín, aparentemente tan frágil. Y eso por no hablar de las interminables visitas médicas que acompañan a todo bebé prematuro tras el alta…
Si estás en esa etapa y te gustaría conocer todas las recomendaciones a la hora de cuidar a tu Pequeño Gran Héroe, échale un vistazo a la guía “Cuidados del bebé prematuro al alta” donde reúno mi experiencia personal con la de muchas otras familias de bebés prematuros.